Están a todas horas... algunas son noctámbulas, y otras madrugan con los primeros rayos de sol tomando el relevo de las anteriores. Supino concierto.
Además de pico y plumaje, todas tiene el mismo afán de chillar alocadamente y cagar donde mejor les venga.
Mañana será mi última salida del hotel, unos pocos metros caminando hasta el taxi, espero salvarme de este oloroso recuerdo que me quieren obsequiar y del que por ahora me he salvado.
Aquí os dejo unas fotos de estos incómodos vecinos
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