martes, 18 de noviembre de 2025

ROLEX SYDNEY HOBART: 80 ediciones de espíritu imperecedero

La Rolex Sydney Hobart celebra este año su edición numero 80 con una impresionante participación de más de 130 barcos, incluyendo a cinco colosales maxis de 30,5 metros de eslora que anticipan una histórica batalla al frente de la flota por la victoria en tiempo real a lo largo de las 628 millas náuticas del legendario recorrido entre Sídney y Hobart, capital de Tasmania.


Desde su creación en 1945, la prueba oceánica más importante del Hemisferio Sur ha trascendido la navegación para convertirse en un icono mundial entretejido en la historia marítima y deportiva. Patrocinada por Rolex desde 2002, tanto la regata como el organizador Cruising Yacht Club of Australia constituyen la piedra angular de las siete décadas de asociación de la relojera suiza con el mundo de la vela.
La alineación para esta histórica 80ª edición cuenta con más de 130 barcos inscritos, entre los que se encuentran algunos de los maxis más rápidos y espectaculares del mundo, antiguos ganadores y una amplia selección de la élite internacional de las regatas de altura.

Leyenda
Los regatistas se sienten atraídos cada año por el irresistible atractivo de una prueba que ha alcanzado estatus de leyenda. Un ejemplo de ello es el fenómeno australiano Tom Slingsby, cuya pasión por la regata constituye una parte importante de su trayectoria deportiva. Slingsby, que creció al norte de Sídney, solía ser uno de los cientos de miles de espectadores que veían la salida desde tierra, desde el agua o por televisión. Tras cumplir su sueño olímpico en 2012 al ganar el oro en clase Laser, Slingsby centró su atención en cumplir una ambición que tenía desde hacía mucho tiempo; hoy, su impresionante palmarés cuenta con cinco ediciones de la Rolex Sydney Hobart, incluyendo la victoria en 2016, cuando batió el récord de la regata a bordo del maxi Perpetual Loyal. El embajador Rolex explica: “La Rolex Sydney Hobart siempre me ha fascinado. Es una parte muy importante del patrimonio náutico y la cultura deportiva de Australia. Cuando era un joven regatista, admiraba la habilidad y la determinación que se necesitaban para competir en una prueba tan exigente. Pronto me di cuenta de que era algo que tenía que incluir en mi currículum para considerarme un verdadero regatista”.

Desde 1945
La historia de esta ilustre competición tiene unos orígenes humildes. Una invitación casual para participar en un crucero a Hobart a finales de 1945 tuvo una respuesta del capitán de la Armada Británica John Illingworth de consecuencias históricas: “lo haré, si lo conviertes en una regata”. Esa frase inició una tradición que ha perdurado durante 80 extraordinarios años
El espíritu aventurero original de Illingworth sigue resonando. La Rolex Sydney Hobart se erige como una de las pruebas definitivas de la navegación en alta mar, un duro examen de la destreza náutica y la fortaleza mental de cada competidor, algo que reconoce otro embajador Rolex, Sir Ben Ainslie, el regatista olímpico más condecorado de todos los tiempos. Al igual que Slingsby, Ainslie reconoció en la regata de 628 millas náuticas (1163 kilómetros) uno de los mayores retos de su deporte y sintió la necesidad de poner a prueba sus habilidades enfrentándose a su recorrido: “Participar en la Rolex Sydney Hobart me enseñó valiosas lecciones sobre la gestión del riesgo, el trabajo en equipo y la resiliencia personal. La naturaleza exigente de la regata te lleva al límite ante condiciones en constante cambio. Refuerza la importancia de confiar en tus compañeros de equipo y mantener la compostura bajo una presión extrema, habilidades que he seguido desarrollando a lo largo de mi carrera como regatista”.

Tradición

La Rolex Sydney Hobart es una de las tradiciones deportivas más famosas del mundo, y cada 26 de diciembre comienza en el puerto de Sídney creando una de las imágenes más épicas de la vela mundial. Tras salir por los icónicos Sydney Heads, la flota navega hacia el sur a lo largo de la costa de Nueva Gales del Sur antes de cruzar el estrecho de Bass, un tramo de agua conocido por su volatilidad y su crudeza. La aproximación final desde Tasman Island y remontando el río Derwent hasta Hobart, suele ser decisiva, y la capital de Tasmania ofrece siempre una cálida bienvenida a todos los participantes que logran el hito de completar la regata, independientemente de la hora del día o de la noche.

El mejor
La Tattersall Cup, el histórico trofeo perpetuo de la regata y su premio más codiciado, se otorga junto a un Rolex grabado al ganador absoluto por hándicap, un mérito que no tiene en cuenta el tamaño del barco ni la reputación de sus tripulantes: Lo recibe la embarcación mejor navegada, la que supera a sus competidores sean cuales sean las condiciones. Los veleros más pequeños que lo han ganado son el Screw Loose en 1979 y el Zeus II en 1981, ambos de 9,2 metros de eslora (30 pies); el más grande, el Wild Oats XI, de 30,5 metros (100 pies), en 2005 y en 2012. El Freya, de 11,96 metros (39 pies), es el único que ha alzado el trofeo en tres ocasiones consecutivas, en 1963, 1964 y 1965. Pero en los últimos seis años, la victoria absoluta se ha convertido en una costumbre para tres patrones, Philip Turner, Matt Allen y Sam Haynes, con dos victorias cada uno. En todos los casos, el éxito llegó tras muchos años de perseverancia, fruto de la experiencia acumulada con el tiempo.

El más rápido
El segundo premio principal es la victoria en tiempo real, que despierta un gran interés entre el público y los medios de comunicación dada la potencia y la velocidad de los barcos más rápidos que compiten por la gloria de ser los primeros en completar el recorrido. Se basa en dos objetivos: El primero y más importante es llegar a Hobart antes que sus oponentes; el segundo, mejorar el récord de la prueba, que actualmente es de 1 día, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos, establecido en 2017 por el LDV Comanche. La batalla por la victoria en tiempo real de este año se perfila épica, con cinco colosos de 100 pies de eslora: LawConnect (ganador en las dos últimas ediciones), Master Lock Comanche (antiguo LDV Comanche), SHK Scallywag 100, Wild Thing 100 y, por primera vez, Palm Beach XI, que como Wild Oats XI logró el palmarés más abultado de la historia de la prueba: dos veces campeón absoluto, antiguo poseedor del récord y ganador en tiempo real en nueve ocasiones.


La Rolex Sydney Hobart Yacht Race reúne a regatistas de todos los orígenes (profesionales y aficionados, jóvenes y veteranos, hombres y mujeres) que comparten un único objetivo: ponerse a prueba en una de las regatas oceánicas más importantes del mundo. El mero hecho de participar es un honor; completarla, un recuerdo para toda la vida; lograr uno de sus premios, grabar tu nombre en el libro de oro de la historia de la vela. Durante décadas, ha marcado la trayectoria de muchos regatistas, ha inspirado a generaciones y ha encarnado las cualidades que conforman la esencia de la filosofía de Rolex: excelencia, perseverancia y respeto por la tradición.

Rolex y la vela
Rolex celebra los logros humanos, reconociendo el viaje marcado por hitos y emociones que culmina en momentos decisivos, determinados por un camino recorrido, no sólo por un trofeo. Desde finales de la década de 1950, Rolex ha defendido la perseverancia y la resistencia de la vela en todas sus formas, desde las hazañas pioneras de la exploración hasta las legendarias regatas oceánicas, los clubes náuticos de prestigio y sus regatistas de mayor éxito. En la actualidad, Rolex apoya el futuro y la innovación de la vela a través de su patrocinio principal del campeonato Rolex SailGP, la competición de vela más importante del mundo, en la que los mejores regatistas compiten en veloces catamaranes F50 idénticos en algunos de los tramos de agua más famosos del mundo. Además, Rolex es patrocinador principal de 15 grandes eventos internacionales de vela, desde la regata anual Rolex Sydney Hobart Yacht Race y la bienal Rolex Fastnet Race hasta la competición de gran premio en el Rolex TP52 World Championship y las espectaculares citas Maxi Yacht Rolex Cup y Rolex Swan Cup. Rolex también colabora con instituciones que comparten el imperecedero compromiso de la marca con la vela, como el Yacht Club Costa Smeralda, el New York Yacht Club, el Royal Yacht Squadron, el Royal Ocean Racing Club, el Cruising Yacht Club of Australia y el Royal Malta Yacht Club. Las figuras más destacadas de este deporte forman parte integral de esta relación, y Rolex rinde homenaje a su determinación perpetua en la búsqueda de la excelencia. Desde el innovador navegante de vuelta al mundo Sir Francis Chichester, hasta los regatistas actuales que encarnan la adaptabilidad, el trabajo en equipo y la precisión, su familia de Testimoniales incluye a las leyendas Paul Cayard y Robert Scheidt; al regatista olímpico más laureado de todos los tiempos, Sir Ben Ainslie; y a los héroes del campeonato Rolex SailGP, Hannah Mills, Tom Slingsby y Martine Grael.

Acerca de Rolex
Una reputación insuperable en calidad y experiencia
Rolex es una manufactura relojera suiza integrada e independiente. Con sede en Ginebra, la marca es reconocida en todo el mundo por su experiencia y la calidad de sus productos, símbolos de excelencia, elegancia y prestigio. Los movimientos de sus relojes Oyster Perpetual y Perpetual están certificados por el COSC y se someten a pruebas internas de precisión, rendimiento y fiabilidad. La certificación de Cronómetro Superlativo –simbolizada por el sello verde– confirma que cada reloj ha superado con éxito las pruebas realizadas por Rolex en sus propios laboratorios con arreglo a sus propios criterios. Estos son validados periódicamente por una organización externa independiente.
El término “Perpetual” está inscrito en cada reloj Rolex Oyster. Pero más que una palabra en una esfera, es una filosofía que encarna la visión y los valores de la empresa. Hans Wilsdorf, su fundador, inculcó una noción de excelencia perpetua que impulsaría a la empresa. Esto llevó a Rolex a ser pionera en el desarrollo del reloj de pulsera y de numerosas innovaciones relojeras importantes, como el Oyster, el primer reloj de pulsera sumergible, lanzado en 1926, y el mecanismo automático de rotor Perpetual, inventado en 1931. A lo largo de su historia, Rolex ha registrado más de 600 patentes. La marca diseña, desarrolla y produce la mayoría de los componentes de sus relojes en sus cuatro centros de Suiza, desde la fundición de las aleaciones de oro hasta el mecanizado, la elaboración, el montaje y el acabado del movimiento, la caja, la esfera y el brazalete. Además, la marca participa activamente en el apoyo a las artes y la cultura, el deporte y la exploración, así como a quienes idean soluciones para preservar el planeta.

Fuente: Rolex / Javier Sobrino

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