El Estrella Damm empeló un tiempo de 98 días, 20 horas, 45 minutos y 59 segundos a una velocidad media de 10,62
La parada técnica del Estrella Damm en Wellington marcó un antes y un después. No sólo el MAPFRE se escapó definitivamente del Estrella Damm, sino que Pella y Ribes vieron cómo les adelantaban el Renault Z.E., elNeutrogena y el Mirabaud. Las 48 horas de penalización en Wellington también supusieron que el Estrella Dammy el Groupe Bel cayeran de pleno en las garras del ciclón tropical Atu.
A bordo del vencedor de la primera Barcelona World Race, el antiguo Paprec- Virbac 2 de Jean-Pierre Dick, Pellay Ribes se mantuvieron siempre en el grupo de cabeza. Su salida del Mediterráneo fue muy dolorosa, sin viento y con una corriente en contra que incluso les hizo retroceder cuando ya habían entrado en el Atlántico, circunstancia que aprovechó el Mirabaud para apearlo del podio durante varios días.
Líderes en el Atlántico
El 8 de enero el Estrella Damm recuperó la tercera plaza, a distancia ya del Virbac-Paprec 3 y del Foncia, que cada día incrementaban su ventaja sobre el resto de la flota. Las averías que llevaron a los dos barcos franceses a realizar una parada técnica en Recife permitieron que Pella y Ribes se auparan al liderato el 14 de enero, al día siguiente de cruzar el ecuador.
Se les planteó entonces el dilema de si rodear el anticiclón de Santa Helena por el oeste o si intentar cruzarlo por el medio. Unas previsiones meteorológicas que apuntaban la posibilidad de que el centro de altas presiones se rompiera por la mitad llevaron al Estrella Damm a buscar la ruta más corta hacia el cabo de Buena Esperanza. Seguidos por la casi totalidad de la flota –el MAPFRE buscó una alternativa entre las dos rutas teóricas-, Pella y Ribes vieron cómo tras pasar cerca de la costa sudamericana, el Foncia, el Virbac-Paprec 3 y el MAPFRE los adelantaban entre el 20 y el 22 de enero.
La rotura del palo del Foncia permitió a Pella y Ribes recuperar la tercera posición, que intercambiaron varias veces con el Groupe Bel de Kito de Pavant y Sébastien Audigane a lo largo del Índico. Ya al sur de Australia, elEstrella Damm se acercó al MAPFRE, y muy cerca uno del otro se enfrentaron a la que entonces fue considerada como la peor tormenta de la regata, con vientos de hasta 50 nudos y olas “como montañas”.
En Wellington cambió la historia
La travesía del mar de Tasmania fue un pequeño suplicio para Pella y Ribes, que dieron prioridad a dejar el barco en condiciones de poder pasar por el estrecho de Cook sin parar en Wellington. Todos sus esfuerzos, sin embargo, fueron vanos cuando el 20 de febrero rompieron el estay junto a la costa neozelandesa. Se trataba de una pieza que no podía ser sustituida con los medios de a bordo, por lo que su sueño de no parar se fue al traste. Y con él su posición del podio, porque en las 48 horas en que estuvieron en puerto vieron cómo les adelantaban el Renault Z.E., el Mirabaud y el Neutrogena, que a favor de buenos vientos portantes pusieron los pies en polvorosa. De hecho,Pella y Ribes perdieron 500 millas respecto de Pachi Rivero y Toño Piris.
Por si esto no fuera suficiente, un ciclón tropical se interpuso en el camino del Estrella Damm y del Groupe Bel tras zarpar juntos de Nueva Zelanda. “Hemos pasado por el ojo del ciclón Atu. No se lo recomiendo a nadie. 24 horas de vientos de 40 a 50 nudos. Mar montañosa, mucho estrés”, resumió Ribes en twitter.
Atu dejó secuelas a bordo en forma de lesiones como consecuencia de los golpes recibidos tanto en el interior de la cabina como, sobre todo, durante una maniobra en proa.
Un centenar de millas recuperó el Estrella Damm al Renault Z.E. entre Wellington y el cabo de Hornos, que dobló el 9 de marzo en séptima posición. Mayor fue el acercamiento en el Atlántico Sur, pues los dos barcos llegaron a estar separados por apenas 76 millas. Hasta ahora, Pella y Ribes han realizado el mejor tiempo en el Trofeo del Atlántico Sur-Norte, entre Hornos y Gibraltar.
Lo peor estaba sin embargo por llegar. Si el Mediterráneo parecía no querer dejarles marchar, se las ingenió para dificultarles la entrada, en su camino de vuelta a Barcelona. “Ha sido lo más duro de toda la vuelta al mundo”, explicaron Pella y Ribes hace un par de días sobre su paso por Gibraltar, contra vientos que llegaron a rachas de 65 nudos y un mar montañoso. Unas condiciones que amainaron al salir del mar de Alborán.
Pero ahora, ya en Barcelona, a disfrutar del éxito. Las cámaras de María Muiña han recogido los mejores momentos de su llegada y primeras horas en tierra:
©María Muiña
La entrada al puerto de Barcelona ©María Muiña
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El reencuentran con sus parejas ©María Muiña
Alex Pella saluda a Enric Crous, Director General de Grupo Damm, tras recibir la amarra de Barcelona ©María Muiña
Pepe Ribes se reencuentra con su bebé de cuatro meses ©María Muiña
Atendiendo a la prensa ©María Muiña
Los patrones de los cuatro primeros barcos de la Barcelona World Race, juntos a bordo del Estrella Damm ©María Muiña
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Rueda de prensa de Alex Pella y Pepe Ribes en el portal de la Pau ©María Muiña
Alex Pella, y Pepe Ribes con Jordi Hereu, Alcalde de Barcelona ©María Muiña