
Inmediatamente, motoras, veleros, botes y demás barcos se han apresurado para alcanzar el refugio seguro en puerto.
Al fondo, en el Abra interior que era lo que estaba a mi vista, los de vela ligera con las velas flameando trataban de escapar de lo que ya les había llegado, mar rizada y viento por encima de 30 nudos. Todos iban llegando, pero una voz femenina reclamaba angustiosamente por medio de la emisora ayuda de Salvamento Marítimo desde el centro de la playa de Ereaga…
Ha sido una galerna de las llamadas "típicas", sin venir acompañada de un frente, y ha cogido por sorpresa a los barcos que por lo visto no habían mirado el parte.
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