El Groupama se encuentra ya en Punta del Este, donde construirá un aparejo de fortuna para continuar rumbo a Itajaí e intentar sumar al menos los 20 puntos de la tercera plaza.
Tras perder su palo y poner su regata en suspenso a las 17:42h de ayer, el Groupama llegaba a Punta del Este (Uruguay) a las 05:35h de esta madrugada. Tras barajar todas las opciones disponibles, el equipo ha decidido construir un aparejo de fortuna en tierra y reincorporarse a la competición cuanto antes para intentar sumar los 20 puntos de la tercera posición.
A falta de poco más de 600 millas para completar las 6.705 del recorrido de la Etapa 5, entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itajaí (Brasil), el equipo considera que esa es la solución con el mejor compromiso entre seguridad y resultado deportivo.
“Intentaremos seguir compitiendo hasta Itajaí con aparejo de fortuna. Es nuestra esperanza, hay 20 puntos en juego y nos aferramos a eso”, confesaba un abatido Franck Cammas desde a bordo. “Junto a nuestro equipo de tierra, que vendrá a Punta del Este a ayudarnos, encontraremos la manera de hacerlo posible”.
El patrón francés se encontraba al timón en el momento en que el palo se vino abajo: “La parte superior del palo cayó sobre la popa, muy cerca de mi posición, a sotavento. Partió en dos, justo por debajo de la primera cruceta, algo muy extraño, no pensamos que pudiera suceder algo en esa zona. Intentamos estabilizar la situación lo antes posible para evitar que fuera a más, pero nos llevó tiempo, porque teníamos las dos velas en el agua, que actuaban a modo de anclas flotante y tiraban muy fuerte del mástil”.
El barco se encontraba a 59 millas de Punta del Este, y la tripulación optó por dirigirse a puerto a motor. Entre las opciones barajadas contemplaron la posibilidad de transportar su palo de repuesto desde Holanda, pero esta mañana decidieron continuar con aparejo de fortuna.
En el reporte de posiciones de las 09:00h de esta decimonovena jornada de competición, el PUMA lidera al Telefónica por 56,7 millas a falta de alrededor de 500 para llegar a Itajaí.
Fuente: VOR
Foto: ©Ricky Fabini
A falta de poco más de 600 millas para completar las 6.705 del recorrido de la Etapa 5, entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itajaí (Brasil), el equipo considera que esa es la solución con el mejor compromiso entre seguridad y resultado deportivo.
“Intentaremos seguir compitiendo hasta Itajaí con aparejo de fortuna. Es nuestra esperanza, hay 20 puntos en juego y nos aferramos a eso”, confesaba un abatido Franck Cammas desde a bordo. “Junto a nuestro equipo de tierra, que vendrá a Punta del Este a ayudarnos, encontraremos la manera de hacerlo posible”.
El patrón francés se encontraba al timón en el momento en que el palo se vino abajo: “La parte superior del palo cayó sobre la popa, muy cerca de mi posición, a sotavento. Partió en dos, justo por debajo de la primera cruceta, algo muy extraño, no pensamos que pudiera suceder algo en esa zona. Intentamos estabilizar la situación lo antes posible para evitar que fuera a más, pero nos llevó tiempo, porque teníamos las dos velas en el agua, que actuaban a modo de anclas flotante y tiraban muy fuerte del mástil”.
El barco se encontraba a 59 millas de Punta del Este, y la tripulación optó por dirigirse a puerto a motor. Entre las opciones barajadas contemplaron la posibilidad de transportar su palo de repuesto desde Holanda, pero esta mañana decidieron continuar con aparejo de fortuna.
En el reporte de posiciones de las 09:00h de esta decimonovena jornada de competición, el PUMA lidera al Telefónica por 56,7 millas a falta de alrededor de 500 para llegar a Itajaí.
Fuente: VOR
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