¡Buenas!
Ayer fue un día muy completo. Como sabéis tuve que meterme en sotavento de Tenerife para poder subir al palo con poca ola, ya que sino se podía complicar el escalar al tope de mástil. Lo malo fue que detrás de Tenerife me quedé sin viento y con mar de fondo, y después de dos horas frustrantes – de espera y por intentar acercarme a tierra- intenté subir con bastante mar de fondo y con el barco prácticamente a la deriva y sin gobierno.
Cada vez que subía un metro más era como un saco de patatas que iba de lado a lado, tuve suerte de más o menos estar siempre de cara al palo y no de espaldas. Cuando estaba a media altura salto la alarma del piloto automático; había perdido rumbo. Me lo imaginaba ya que no había casi viento y el Solent apenas portaba. Lo malo era la mar de fondo que complicaba todo.
Cuando llegué arriba, a 30 metros del barco, tengo que reconocer que la vista era muy bonita y que ya había encontrado un sistemilla para no pegar bandazos; aun así estaba al limite de mis fuerzas. Pude enganchar un cabo al carro que estaba felizmente en la perilla del palo y esperando que lo fuera a buscar. Descansé unos minutos y desconecte el sistema que uso para izarme y empecé a descender...más fácil, aunque también bastantes golpes pero ninguno grave.
Después de bajar empezaba el trabajo de desmontar un carro por otro y también un patín del último sable de la mayor, que se había roto. A las 2000 horas tenia el barco “perita” para continuar la regata al 100%. El problema fue que el socaire de Tenerife, como suele pasar, me atrapó hasta las 04:00 de esta mañana, que he podido salir hacia el sur y luego trasluchar hacia el oeste.
Ha sido una verdadera pena, porque no estaba forzando el barco y estaba con el segundo grupo de barcos, bien colocado, después de 3 días bastante intensos. Bueno, ahora a recuperar lo perdido, que esta regata es muy larga.
Cada vez que subía un metro más era como un saco de patatas que iba de lado a lado, tuve suerte de más o menos estar siempre de cara al palo y no de espaldas. Cuando estaba a media altura salto la alarma del piloto automático; había perdido rumbo. Me lo imaginaba ya que no había casi viento y el Solent apenas portaba. Lo malo era la mar de fondo que complicaba todo.
©Javier Sansó / ACCIONA 100% EcoPowered
Después de bajar empezaba el trabajo de desmontar un carro por otro y también un patín del último sable de la mayor, que se había roto. A las 2000 horas tenia el barco “perita” para continuar la regata al 100%. El problema fue que el socaire de Tenerife, como suele pasar, me atrapó hasta las 04:00 de esta mañana, que he podido salir hacia el sur y luego trasluchar hacia el oeste.
Ha sido una verdadera pena, porque no estaba forzando el barco y estaba con el segundo grupo de barcos, bien colocado, después de 3 días bastante intensos. Bueno, ahora a recuperar lo perdido, que esta regata es muy larga.
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