No parece una regata oceánica al uso, en las que ya a pocas millas de la salida la separación entre barcos empieza a ser considerable, ya sea por las diferentes opciones tácticas, bien sea por diferencia de sapiencia marinera del patrón o condiciones del barco y velas. Pero aquí se encuentran sobre monotipos prácticamente iguales tripulados por los mejores patrones en una carrera al sprint en la que no hay descanso... nadie pierde un metro de barlovento ni desperdicia un suspiro de viento.
Y con esos parámetros, así tenemos la cabeza de la regata a poco más de 25 millas para llegar a Gijón, con 35 barcos en un pañuelo (unas 10 millas separan al 35 del 1º) y el resto algo descolgados al haber tomado la decisión de ir más cerca de tierra y haber tenido una noche más calmada.
Los que tomaron la opción del mar, ahora se debaten entre ir a buscar un prometedor norte-nordeste o bajar hacia el terral, pero todos, con muy poco viento. Por el momento parece ser la opción de salir más hacia el norte la que acerca hacia la llegada.
Anoche hubo que lamentar el primer abandono, al realizar una llamada de auxilio Louis-Maurice Tannyères, patrón del "Joanna" por haber recibido un fuerte golpe en el hombro en una caída cuando se encontraba por la costa de Cedeira (Galicia).
©A.Courcoux
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