El fin de semana del reencuentro de la Mini Transat Islas de Guadalupe dio comienzo esta tarde en Lanzarote con el prólogo en aguas de Arrecife. Los regatistas salieron a navegar, esta vez ya no en solitario, sino acompañados algunos de sus padrinos locales, otros de alumnos de las escuelas de vela, otros de familiares y amigos. Para todos ellos, el prólogo ha sido una una experiencia única y una oportunidad de conocer los minis por dentro y en primera persona.
Después de las presentaciones, sobre las tres de la tarde hora local daba comienzo el prólogo y los regatistas de la Mini Transat Islas de Guadalupe enseñaban a los tripulantes las particularidades de sus minis 6.50. El recorrido llevó a los minis a navegar frente a las aguas del Real Club Náutico de Arrecife, hasta cerca de la Punta del Cantito.
Después de ver durante un mes a los barcos amarrados en la Marina de Lanzarote, llegó el momento de conocer cómo son estos barcos por dentro, cuántas velas llevan a bordo, dónde duermen los patrones… una clase magistral única para para los amantes de la vela.
En definitiva, el prólogo ha sido una fiesta donde el espíritu mini, la convivialidad y la cercanía de los ministas ha hecho que todos pudieran disfrutar de la experiencia; una forma, sin duda, de agradecer a Lanzarote la acogida que ha ofrecido a los ministas durante la escala. Para los participantes de la Mini Transat Islas de Guadalupe, empieza la cuenta atrás ya que dentro de una semana a estas horas ya se habrán despedido de Lanzarote y su horizonte será la isla caribeña de Guadalupe. Para los invitados a bordo de los minis, un recuerdo inolvidable y tal vez, el despertar del espíritu mini.
Han dicho:
Marta Romero, Real Club Náutico de Arrecife
“Estoy aprendiendo a navegar en optimist en el Club Náutico. La experiencia de hoy ha sido increíble, aunque me sentía muy pequeña en el barco, sientes que el barco puede contigo porque es super grande”.
Vicente Maturana, Escuela de Pesca de Arrecife
“He salido con Michelle Zambelli y para mi es la primera vez que navego con un profesional. Ha sido increíble. He aprendido muchas cosas, cómo llevar el barco, fijarse en la deriva del viento, la corriente, las olas, cómo conseguir la mejor velocidad… Cuando escoramos un poco también fue divertido. Ha sido tranquilo, pero una experiencia genial y única”.
“Un paseito precioso, con estos invitados a bordo que han sido geniales y han disfrutado mucho. Una pena que el tiempo no nos haya acompañado un poco más, ha llovido un poco, pero bueno, ha sido muy bonito. El barco está impecable, está todo en su sitio listo para la salida”
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