El viento ha caído ostensiblemente en esta parte del Atlántico y el ‘efecto acordeón’ está pasando factura a los líderes. A pesar de ello, la lucha en la cabeza de la regata del Gran Prix del Atlántico continúa. Pero hoy ha entrado en juego un nuevo invitado, el Carat.
En el duelo entre The Best Skipper y Saliar, se ha sumado hoy la embarcación del mallorquín Amador Magraner, que tras un espectacular avance se ha colocado hoy en segunda posición, por delante del Saliar. Todos están en un pañuelo, a menos de 7 millas de diferencia. Depende del bordo y de la intensidad del viento, algo flojo en este sector del océano, de entre 10 y 12 nudos de presión, avanza uno u otro. Todos con rumbo firme al Oeste, con velas portantes.
El Andrómeda ha queda algo más rezagado y está a unas 35 millas más al Este, pero avanza sin problemas en su complicada zona de navegación.
Quien sí ha tenido problemas esta noche ha sido el Here&Now. Se le ha roto el botalón, tal como ha comunicado al Comité de Regata: ‘Esta noche pasada se nos ha roto el botalón completamente. Ha sido cuando estábamos con el Code 5 y con 10-15 nudos de viento’. Stephen e Ignacio están sufriendo un problema que han tenido desde el primer día de competición: los tornillos del aparejo, al no recibir una fuerza directa, sino lateral, se doblan y se parten con la tensión ya que, según nos comentan ‘este diseño va bien para el spi, pero no para velas portantes enrollables’.
Por su parte, el Longimanus, también con poco viento, avanza dirección Oeste a un ritmo de 5 nudos. Ahora está a 730 millas de la cabeza de la regata.
El Andrómeda ha queda algo más rezagado y está a unas 35 millas más al Este, pero avanza sin problemas en su complicada zona de navegación.
Quien sí ha tenido problemas esta noche ha sido el Here&Now. Se le ha roto el botalón, tal como ha comunicado al Comité de Regata: ‘Esta noche pasada se nos ha roto el botalón completamente. Ha sido cuando estábamos con el Code 5 y con 10-15 nudos de viento’. Stephen e Ignacio están sufriendo un problema que han tenido desde el primer día de competición: los tornillos del aparejo, al no recibir una fuerza directa, sino lateral, se doblan y se parten con la tensión ya que, según nos comentan ‘este diseño va bien para el spi, pero no para velas portantes enrollables’.
Por su parte, el Longimanus, también con poco viento, avanza dirección Oeste a un ritmo de 5 nudos. Ahora está a 730 millas de la cabeza de la regata.
Fuente: Prensa Gran Prix del Atlántico
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