En el siglo XIX el mar y los barcos llegaban hasta el centro de Bilbao, ahora solo llega agua salada... Pues si... poco a poco la vía fluvial por la que los grandes barcos podían llegar hasta el centro del "Bocho" se queda cada día más mutilada.
Fotografía de 1915 de los muelles de Ripa y del Arenal bajo la nieve. ©Jesús de Echebarria e Ibargüengoitia
La Isla de Zorrozaure, diseñada para un uso muy sostenible, necesita y se merece el tranvía, pero no a costa de que la Ría pierda su identidad como vía navegable. Un nuevo proyecto que se antoja desastroso para esa vía natural que desde siempre ha disfrutado y aprovechado la Villa de Bilbao.
Más o menos, la evolución de este disparate está siendo así:
El primer obstáculo para la navegación por la Ría fue el segundo puente que se construyó en Bilbao, el puente colgante de San Francisco (el primero fue el de San Antón), que tras muchos cambios se le conoce actualmente como Puente de La Ribera (1). Aunque los Jesuitas tenían permiso del Consejo de Castilla para su construcción desde 1512, no se finalizó hasta 1789, ya que tanto el Ayuntamiento como el Consulado se oponían a su construcción, por que además de quitarles la exclusiva de peaje, provocaría problemas para la navegación hasta los muelles del puerto de aquella época (A) (donde actualmente se asienta el mercado de la Ribera). pero aún se podía llegar hasta La Ribera (B). Está claro que en aquel momento la Ría era un chorro económico para la Villa, una vía de comunicación apreciada y necesaria.
El puente de Hierro (2) fue construido en 1847 para facilitar el paso de personas y carruajes al primer ensanche de Bilbao, que data de 1483, y necesitaba un sistema de paso entre las dos márgenes más fluido que por el de San Antón y el de San Francisco y que sustituyese al pasaje de la Ría en barca. Fue el primer puente de fundición de España y contaba con hojas levadizas en su parte central para el paso de buques hasta la Ribera (B). En 1866 dejó de funcionar el sistema de paso, por él ya solo podían pasar gabarras y pequeños vaporcitos. Fue reconstruido y se llamó Puente de piedra (1878) y posteriormente fue sustituido de hormigón armado, el Puente de la Victoria, en 1940, y se conoce en la actualidad como Puente del Arenal. Los buques ya no podían pasar del Muelle de Ripa (C).
Posteriormente el Puente de Begoña, actualmente Puente del Ayuntamiento (3), fue construido a imagen y semejanza de los existentes en la ciudad de Chicago, con dos brazos basculantes para permitir el paso del tráfico fluvial. Fue inaugurado en 1934 y dejó de funcionar su apertura en 1969. Los barcos ya solo podían llegar a los muelles de la naviera Pinillos (D) y los terrenos del astillero Euskalduna.
El Puente de Deusto (4), de la misma época y similar construcción que el anterior, efectuó su última apertura comercial en 1995 para el paso del último buque de Pinillos que utilizó las instalaciones de la compañía naviera.
Con el cierre de estos puentes y la inauguración del Puente Euskalduna (5) en 1997, el paso de veleros y barcos de desplazamiento quedaba limitado al pantalán de Itsasmuseum Bilbao, el Museo Marítimo (E), un lugar que sería envidiable para cualquier ciudad europea, pero aquí... aún no estamos contentos con el desaguisado... Tenemos una capacidad inaudita de destruir el patrimonio, y como ya les parecía demasiado que los barcos llegasen hasta la casa de todos los navegantes, a un pantalán en el centro de Bilbao... Nos van a plantar otro puente (6) para que el tranvía llegue hasta la isla de Zorrozaure, más abajo... Y MÁS BAJO!!!
El pasado 21 de octubre fue presentado el estudio informativo de dicho proyecto que se puede leer AQUÍ
Y con esta rebaja de altura y ya no se podrá pasar ningún barco de cierto porte ya ni hasta el Itsasmuseum Bilbao.
Bilbao cuenta con más puentes de los que aquí se nombran, pero por ya haber desaparecido, por su altura, o por estar construidos más arriba y posteriores a los que han ido estrangulando la navegación en la Ría, no se habla de ellos aquí. En este blog hay buena información, yo me he basado bastante en él para este artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario