Vendée Globe, los 13 en el Pacífico. Una mala noche para Bubi

A las 5:10 h. de esta mañana, Alessandro Di Benedetto (Team Plastique) ha entrado en el Pacífico. Los trece IMOCA de la Vendée Globe evolucionan hoy en el mismo océano. Pero no por mucho tiempo. Al final de la tarde, François Gabart (Macif) y Armel Le Cléac’h (Banque Populaire) van a doblar el cabo mítico e iniciarán la subida de Atlántico.

© Jean-Marie Liot / DPPI

El cabo de Hornos, el 1 de enero… Los marinos lo recordarán. Mientras que en la conexión de ayer se notaban las ganas de superar la longitud del cabo más al sur del recorrido, los patrones no ocultaban su estrés. Con grandes trozos de hielo rondando en torno a Hornos, se prevé una vigilancia permanente. Tras 52 días en el mar, los marinos deberán estar especialmente concentrados. François Gabart (Macif), en cabeza de la flota, abrirá el camino. Esta mañana, se encontraba a más de 25 millas de Armel Le Cléac’h (Banque Populaire). Tratándose de su primer Hornos, François lo quería para él solito. Por ahora, ambos líderes navegan a más de 18 nudos de media, lo que les permite recorrer en 24 horas 450 millas para François, 439 millas para Armel. Les quedan solo 200 millas por recorrer hasta el cabo de Hornos. Es decir, a un tiro de piedra.

© ARMEL LE CLEAC´H / BRIT AIR / Vendée Globe

Nochevieja furtiva
En el PC Regata de la Vendée Globe, a las 5:10 h. en punto de esta mañana, en las pantallas de los ordenadores, Alessandro di Benedetto (Team Plastique) pasaba "virtualmente" al océano pacífico. Virtualmente para los terrícolas, pero concretamente para el marino franco-italiano. A pesar de su buen humor permanente, Alessandro nos enviaba un mail esta noche en que indica que tenía algunas preocupaciones: "tengo problemas de piloto automático que me obligan a avanzar con poco trapo y a reducir mi velocidad. El barco necesita mucha atención y presencia en el exterior y sobre todo en la caña".

Por su parte, Javier Sansó (Acciona 100% Ecopowered) se ha llevado un buen susto: "Me he encontrado en una situación terrible. En el momento de desenrollar el cabo del enrolador del gran genáquer, se ha enganchado en la vela. Había 17-18 nudos de viento, era de noche. Tuve que ponerme mi arnés e ir al extremo del cabo a fuera. Pensaba en Yann Elies cuando se rompió el fémur en la anterior Vendée Globe. Me caí varias veces a causa de la fuerza del agua. Esta experiencia es peor que la de la subida al mástil. Pero ahora todo va bien”. Una mala Nochevieja para los marinos... La cosa no está para fiestas. Tienen que continuar cueste lo que cueste con este viento constante que los impulsa en la ruta de regreso a casa.

¡Todos en el Pacífico!

Los navegantes han mandado algunas fotos para desear el buen año 2013, y su vuelta a las maniobras y a la mesa de mapas. Jean-Pierre Dick (Virbac Paprec 3) ha perdido algo de distancia, obligado a ir al sur. Está a 479 millas de Armel Le Cléac’h. “El cambio es inminente” confesaba ayer, impaciente por doblar el cabo de Hornos, y de jugar en el tablero del Atlántico Sur. A su estela, a 500 millas, Alex Thomson (Hugo Boss) navega en ruta directa hacia Hornos a más de 18 nudos. Delante de la dorsal, Jean Le Cam (Synerciel) ha podido disfrutar de la velada, ya que la distancia respecto a sus perseguidores no ha disminuido. Detrás, tres barcos navegan a toda velocidad al nivel de la puerta Pacífico Oeste, que han pasado esta noche: Mike Golding (Gamesa), Dominique Wavre (Mirabaud) y Javier Sansó (Acciona 100% EcoPowered) navegan en un pañuelo de 100 millas… Como estaba previsto, Bernard Stamm (Cheminées Poujoulat) se ha zampado de un bocado a Arnaud Boissières (Akena Vérandas). Ya solo hay 4 millas de distancia entre ellos. Cali queda bien pegado al trío ante su proa. Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets) y Tanguy de Lamotte (Initiatives Coeur) han tenido que afrontar condiciones muy ventosas. Bertrand toma la puerta de Nueva Zelanda esta mañana.

Los cinco primeros de la clasificación de las 5 h. (4 h. UTC)
1- François Gabart (Macif) a 7.236,2 millas de la meta
2- Armel Le Cléac’h (Banque Populaire) a 26,5 millas
3- Jean-Pierre Dick (Virbac Paprec 3) a 479,4 millas
4- Alex Thomson (Hugo Boss) a 988 millas
5- Jean Le Cam (Synerciel) a 2.072,1 millas

Vendée Globe

La caza de hielos

La Dirección de Regata de la Vendée Globe y CLS emiten cada día un informe a los navegantes para informarlos de la evolución de los hielos flotantes en la zona del cabo de Hornos. A partir de mañana, 1 de enero, los dos hombres de cabeza, François Gabart y Armel Le Cléac’h, se enfrentarán directamente a esos peligros. Las observaciones evolucionan cada día. Así están las cosas este 31 de diciembre. 

El gran hielo (100 metros de altura y 200 de anchura) que embarrancó al borde de la plataforma continental al sur de la isla de Diego Ramirez se ha roto. “En este punto los fondos pasan brutalmente de 1.000 metros a menos de 200, explica Louis Mesnier, de CLS. Localizamos ese iceberg el 21 de diciembre. El 27, fue localizado y señalado por el MRCC chileno (Maritime Rescue Coordination Centre). Y hoy, gracias a la imagen radar, hemos constatado que se había desmembrado a lo largo de 3 kilómetros. En estos momentos no se recomienda [navegar por] todo el sector de sotavento y de sotacorriente de su antigua posición, es decir, una zona que sube hacia el nordeste. Lo hemos indicado a los patrones. No sabemos el tamaño de los pedazos que pueden subir hasta la isla de los Estados (al Este de la punta suroriental de Argentina) y en el estrecho de Le Maire (el brazo de mar de 30 km de ancho que separa Argentina de la isla de los Estados)”.

“De lo que estamos seguros –continúa Louis- es que en el sector tenemos al menos un segundo gran iceberg de 400 metros, más al Norte. Este cala 300 metros (de profundidad) y es probable que vaya a embarrancar en los bajíos de Birdwood Bank, cerca de las Malvinas. Hay que añadir que esta situación no tiene nada de excepcional. Pero desgraciadamente hoy afecta a la regata. Pensamos que esos icebergs situados alrededor del cabo de Hornos corresponden al grupo que observamos en el mes de octubre a la altura de la actual puerta Australia Este. Un grupo que había derivado a razón de 17 millas al día”.

Esta caza de icebergs, hay que reconocerlo, es apasionante. Pero para los navegantes en regata, no hay nada más angustioso que atravesar una zona plagada de hielos flotantes. François y Armel tendrán que vigilar.

C.El