Durante cien años, la Rolex Fastnet ha sido considerada como una de las pruebas más completas de la navegación oceánica. Es un lugar que pone a prueba la habilidad, la resistencia y la fortaleza, y en el que las ambiciones y los sueños se enfrentan a la dura realidad. Para algunos, participar es la culminación de un viaje, un reto único en la vida; para muchos, se ha convertido en algo irresistiblemente atractivo, una tradición inexcusable en el calendario cada dos años.
La edición centenaria de la Rolex Fastnet Race comienza el sábado, 26 de julio. Tanto la regata como su organizador, el Royal Ocean Racing Club (RORC), nacieron en 1925 y cuentan con el apoyo de Rolex desde 2001. El fabricante suizo de relojes, patrocinador principal del evento, considera esta colaboración como un elemento clave en su amplia relación con el mundo de la vela, que comenzó hace casi 70 años.
Más allá de su legado histórico, la Rolex Fastnet Race es la regata oceánica más grande del mundo. Este año dará la bienvenida a más de 450 barcos participantes. Nunca antes se había reunido semejante flota en una regata oceánica, con equipos de más de 30 países y tripulaciones de más de 40.
El embajador Rolex y renombrado regatista estadounidense Paul Cayard ha completado la Rolex Fastnet Race en varias ocasiones, incluida la de 1997 a bordo del EF Language, el barco con el que se convertiría en el primer estadounidense en ganar una vuelta al mundo. Cayard destaca la importancia de esta prueba en el deporte de la vela: “La Rolex Fastnet Race es un rito de iniciación para cualquier regatista. Es un desafío implacable y, a menudo, brutal. Exige una gran variedad de habilidades: conocimientos de navegación y táctica, una preparación impecable, un trabajo en equipo ejemplar y resistencia ante las condiciones más adversas”.
Las embarcaciones, tripuladas tanto por profesionales de élite como por intrépidos regatistas amateur, varían en tamaño desde 30 pies (9 metros) hasta más de 100 pies (30,5 metros). Combinan lo último en diseño de monocascos y multicascos, incluidos los trimaranes oceánicos dotados de foils, con veteranos barcos bragados en mil batallas. Entre los ganadores absolutos de ediciones anteriores que regresan en esta histórica 51ª edición se encuentran el suizo Caro, el británico Sunrise, el hongkonés Scallywag (ganador de la Rolex Middle Sea Race el pasado mes de octubre) y el Maxi Stormvogel, un velero clásico que fue puntero en diseño hace seis décadas y se impuso en su regata debut de 1961.
Martine Grael, embajadora Rolex y doble campeona olímpica, quedó profundamente impresionada tras su participación en 2017: “La experiencia de la navegación en alta mar es tan intensa que despierta los sentidos. En regatas como la Rolex Fastnet Race no importa quién seas, cuál sea tu trayectoria o de dónde vengas. La edad, el tamaño y el tipo de embarcación tampoco importan. Es la navegación en su forma más pura, y participar es tanto un privilegio como un logro que hay que saborear”.
Un desafío por etapas
La Rolex Fastnet Race es más que una simple cuestión de velocidad. Se trata de un desafío estratégico y de navegación marcado por un clima impredecible y unas aguas complejas a lo largo de varias etapas distintas.
Su recorrido de 695 millas náuticas (1.287 kilómetros) comienza con el sonido de un cañonazo desde el histórico Royal Yacht Squadron de Cowes, en la isla de Wight, otra institución de renombre asociada a Rolex desde principios de la década de 1980. El primer tramo, dentro de los límites del Solent occidental (entre la isla y la costa sur de Inglaterra continental), ofrece una de las vistas más espectaculares de la navegación a vela, ya que toda la flota se dirige hacia el oeste en estrecha proximidad mientras afronta corrientes que en ocasiones obliga a los barcos a recurrir al ancla para no retroceder. La siguiente etapa, a lo largo del Canal de la Mancha, presenta impresionantes cabos, grandes mareas y vientos cambiantes antes de la transición a las aguas abiertas del mar Céltico. Aquí, los rápidos sistemas meteorológicos del Atlántico suelen ofrecer condiciones brutales y desafiantes.
De acuerdo con Cayard: “Las pruebas oceánicas entrañan muchos peligros y riesgos, por lo que la preparación y saber cuándo retroceder son fundamentales para completar con éxito la regata. En la Rolex Fastnet, la ruta es limitada e, independientemente del tiempo que haga, hay que afrontarlo. Eso la convierte en una regata dura y difícil, y probablemente sea el mayor logro en la carrera náutica de más personas que cualquier otra regata”.
La recompensa por el éxito en la Rolex Fastnet Race es la Fastnet Challenge Cup, que se otorga al ganador absoluto de la regata según el hándicap. Es uno de los trofeos más codiciados de la vela, y conseguirlo supone un capítulo importante en la trayectoria de cada miembro de la tripulación ganadora. Para el armador ganador, este momento excepcional de logro humano se reconoce de forma única con un reloj Rolex especialmente grabado.
Desde su creación en 1925, la Rolex Fastnet Race ha demostrado una y otra vez ser una prueba decisiva para regatistas oceánicos de todos los orígenes. Es una de las regatas de altura más veneradas y desafiantes del mundo, lo que explica su condición como uno de los pilares de la privilegiada relación de Rolex con la vela.
El cañonazo que marcará la primera salida de la 51ª edición de la Rolex Fastnet Race sonará a las 13:00h (hora local, 15:00h en la España peninsular). A partir de ese momento, la historia continúa.
Rolex y la vela
Rolex celebra los logros humanos, reconociendo el viaje marcado por hitos y emociones que culmina en momentos decisivos, determinados por un camino recorrido, no sólo por un trofeo. Desde finales de la década de 1950, Rolex ha defendido la perseverancia y la resistencia de la vela en todas sus formas, desde las hazañas pioneras de la exploración hasta las legendarias regatas oceánicas, los clubes náuticos de prestigio y sus regatistas de mayor éxito. En la actualidad, Rolex apoya el futuro y la innovación de la vela a través de su patrocinio principal del campeonato Rolex SailGP, la competición de vela más importante del mundo, en la que los mejores regatistas compiten en veloces catamaranes F50 idénticos en algunos de los tramos de agua más famosos del mundo. Además, Rolex es patrocinador principal de 15 grandes eventos internacionales de vela, desde la regata anual Rolex Sydney Hobart Yacht Race y la bienal Rolex Fastnet Race hasta la competición de gran premio en el Rolex TP52 World Championship y las espectaculares citas Maxi Yacht Rolex Cup y Rolex Swan Cup. Rolex también colabora con instituciones que comparten el imperecedero compromiso de la marca con la vela, como el Yacht Club Costa Smeralda, el New York Yacht Club, el Royal Yacht Squadron, el Royal Ocean Racing Club, el Cruising Yacht Club of Australia y el Royal Malta Yacht Club. Las figuras más destacadas de este deporte forman parte integral de esta relación, y Rolex rinde homenaje a su determinación perpetua en la búsqueda de la excelencia. Desde el innovador navegante de vuelta al mundo Sir Francis Chichester, hasta los regatistas actuales que encarnan la adaptabilidad, el trabajo en equipo y la precisión, su familia de Testimoniales incluye a las leyendas Paul Cayard y Robert Scheidt; al regatista olímpico más laureado de todos los tiempos, Sir Ben Ainslie; y a los héroes del campeonato Rolex SailGP, Hannah Mills, Tom Slingsby y Martine Grael.
Acerca de Rolex
Una reputación insuperable en calidad y experiencia
Rolex es una manufactura relojera suiza integrada e independiente. Con sede en Ginebra, la marca es reconocida en todo el mundo por su experiencia y la calidad de sus productos, símbolos de excelencia, elegancia y prestigio. Los movimientos de sus relojes Oyster Perpetual y Perpetual están certificados por el COSC y se someten a pruebas internas de precisión, rendimiento y fiabilidad. La certificación de Cronómetro Superlativo –simbolizada por el sello verde– confirma que cada reloj ha superado con éxito las pruebas realizadas por Rolex en sus propios laboratorios con arreglo a sus propios criterios. Estos son validados periódicamente por una organización externa independiente.
El término “Perpetual” está inscrito en cada reloj Rolex Oyster. Pero más que una palabra en una esfera, es una filosofía que encarna la visión y los valores de la empresa. Hans Wilsdorf, su fundador, inculcó una noción de excelencia perpetua que impulsaría a la empresa. Esto llevó a Rolex a ser pionera en el desarrollo del reloj de pulsera y de numerosas innovaciones relojeras importantes, como el Oyster, el primer reloj de pulsera sumergible, lanzado en 1926, y el mecanismo automático de rotor Perpetual, inventado en 1931. A lo largo de su historia, Rolex ha registrado más de 600 patentes. La marca diseña, desarrolla y produce la mayoría de los componentes de sus relojes en sus cuatro centros de Suiza, desde la fundición de las aleaciones de oro hasta el mecanizado, la elaboración, el montaje y el acabado del movimiento, la caja, la esfera y el brazalete. Además, la marca participa activamente en el apoyo a las artes y la cultura, el deporte y la exploración, así como a quienes idean soluciones para preservar el planeta.
De acuerdo con Cayard: “Las pruebas oceánicas entrañan muchos peligros y riesgos, por lo que la preparación y saber cuándo retroceder son fundamentales para completar con éxito la regata. En la Rolex Fastnet, la ruta es limitada e, independientemente del tiempo que haga, hay que afrontarlo. Eso la convierte en una regata dura y difícil, y probablemente sea el mayor logro en la carrera náutica de más personas que cualquier otra regata”.
La recompensa por el éxito en la Rolex Fastnet Race es la Fastnet Challenge Cup, que se otorga al ganador absoluto de la regata según el hándicap. Es uno de los trofeos más codiciados de la vela, y conseguirlo supone un capítulo importante en la trayectoria de cada miembro de la tripulación ganadora. Para el armador ganador, este momento excepcional de logro humano se reconoce de forma única con un reloj Rolex especialmente grabado.
Desde su creación en 1925, la Rolex Fastnet Race ha demostrado una y otra vez ser una prueba decisiva para regatistas oceánicos de todos los orígenes. Es una de las regatas de altura más veneradas y desafiantes del mundo, lo que explica su condición como uno de los pilares de la privilegiada relación de Rolex con la vela.
El cañonazo que marcará la primera salida de la 51ª edición de la Rolex Fastnet Race sonará a las 13:00h (hora local, 15:00h en la España peninsular). A partir de ese momento, la historia continúa.
Rolex y la vela
Rolex celebra los logros humanos, reconociendo el viaje marcado por hitos y emociones que culmina en momentos decisivos, determinados por un camino recorrido, no sólo por un trofeo. Desde finales de la década de 1950, Rolex ha defendido la perseverancia y la resistencia de la vela en todas sus formas, desde las hazañas pioneras de la exploración hasta las legendarias regatas oceánicas, los clubes náuticos de prestigio y sus regatistas de mayor éxito. En la actualidad, Rolex apoya el futuro y la innovación de la vela a través de su patrocinio principal del campeonato Rolex SailGP, la competición de vela más importante del mundo, en la que los mejores regatistas compiten en veloces catamaranes F50 idénticos en algunos de los tramos de agua más famosos del mundo. Además, Rolex es patrocinador principal de 15 grandes eventos internacionales de vela, desde la regata anual Rolex Sydney Hobart Yacht Race y la bienal Rolex Fastnet Race hasta la competición de gran premio en el Rolex TP52 World Championship y las espectaculares citas Maxi Yacht Rolex Cup y Rolex Swan Cup. Rolex también colabora con instituciones que comparten el imperecedero compromiso de la marca con la vela, como el Yacht Club Costa Smeralda, el New York Yacht Club, el Royal Yacht Squadron, el Royal Ocean Racing Club, el Cruising Yacht Club of Australia y el Royal Malta Yacht Club. Las figuras más destacadas de este deporte forman parte integral de esta relación, y Rolex rinde homenaje a su determinación perpetua en la búsqueda de la excelencia. Desde el innovador navegante de vuelta al mundo Sir Francis Chichester, hasta los regatistas actuales que encarnan la adaptabilidad, el trabajo en equipo y la precisión, su familia de Testimoniales incluye a las leyendas Paul Cayard y Robert Scheidt; al regatista olímpico más laureado de todos los tiempos, Sir Ben Ainslie; y a los héroes del campeonato Rolex SailGP, Hannah Mills, Tom Slingsby y Martine Grael.
Acerca de Rolex
Una reputación insuperable en calidad y experiencia
Rolex es una manufactura relojera suiza integrada e independiente. Con sede en Ginebra, la marca es reconocida en todo el mundo por su experiencia y la calidad de sus productos, símbolos de excelencia, elegancia y prestigio. Los movimientos de sus relojes Oyster Perpetual y Perpetual están certificados por el COSC y se someten a pruebas internas de precisión, rendimiento y fiabilidad. La certificación de Cronómetro Superlativo –simbolizada por el sello verde– confirma que cada reloj ha superado con éxito las pruebas realizadas por Rolex en sus propios laboratorios con arreglo a sus propios criterios. Estos son validados periódicamente por una organización externa independiente.
El término “Perpetual” está inscrito en cada reloj Rolex Oyster. Pero más que una palabra en una esfera, es una filosofía que encarna la visión y los valores de la empresa. Hans Wilsdorf, su fundador, inculcó una noción de excelencia perpetua que impulsaría a la empresa. Esto llevó a Rolex a ser pionera en el desarrollo del reloj de pulsera y de numerosas innovaciones relojeras importantes, como el Oyster, el primer reloj de pulsera sumergible, lanzado en 1926, y el mecanismo automático de rotor Perpetual, inventado en 1931. A lo largo de su historia, Rolex ha registrado más de 600 patentes. La marca diseña, desarrolla y produce la mayoría de los componentes de sus relojes en sus cuatro centros de Suiza, desde la fundición de las aleaciones de oro hasta el mecanizado, la elaboración, el montaje y el acabado del movimiento, la caja, la esfera y el brazalete. Además, la marca participa activamente en el apoyo a las artes y la cultura, el deporte y la exploración, así como a quienes idean soluciones para preservar el planeta.
Fuente: ROLEX / Javier Sobrino