El la VENDÉE GLOBE, cualquiera de los contendientes en ella merecen el reconocimiento solo por el mero hecho de participar.
Yoann Richomme, 2º en la VENDÉE GLOBE 2024
A medida que se acercaba el final de su primera circunnavegación en solitario, Yoann Richomme se tomó su tiempo para saborear el momento. Después de 65 días en el mar, no le esperaba una simple línea de meta, sino la culminación de una aventura extraordinaria. A medida que se acercaba a Les Sables d'Olonne, aminoró la marcha, tomándose el tiempo necesario para dejarse llevar por la emoción y prepararse para entrar en el legendario canal. Su barco, el PAPREC ARKÉA, avanzaba con calma, como suspendido entre el final de un desafío colosal y la acogida de un público ya dispuesto a celebrarlo. A bordo, el navegante del Var afinaba cada detalle, no por necesidad, sino por la sensación de trabajo bien hecho que ha marcado toda su regata y le ha llevado a este notable segundo puesto. A punto de llegar a la meta, respira hondo y lanza una última mirada al horizonte, consciente de la importancia de lo que acaba de conseguir. Entonces, a las 7:12 de la mañana, cruzó la línea tras 65 días, 18 horas y 10 minutos en el mar (22 horas y 47 minutos después que Charlie Dalin), añadiendo una nueva página a la historia de esta legendaria regata. Ahora sabe que, al acercarse al canal, se encontrará con una multitud enloquecida, dispuesta a agitar los muelles y a convertir esta gélida mañana en una fiesta memorable. Su llegada no sólo marca el final de una regata, sino también la entrada de un nuevo héroe en la leyenda de los océanos.
A medida que se acercaba el final de su primera circunnavegación en solitario, Yoann Richomme se tomó su tiempo para saborear el momento. Después de 65 días en el mar, no le esperaba una simple línea de meta, sino la culminación de una aventura extraordinaria. A medida que se acercaba a Les Sables d'Olonne, aminoró la marcha, tomándose el tiempo necesario para dejarse llevar por la emoción y prepararse para entrar en el legendario canal. Su barco, el PAPREC ARKÉA, avanzaba con calma, como suspendido entre el final de un desafío colosal y la acogida de un público ya dispuesto a celebrarlo. A bordo, el navegante del Var afinaba cada detalle, no por necesidad, sino por la sensación de trabajo bien hecho que ha marcado toda su regata y le ha llevado a este notable segundo puesto. A punto de llegar a la meta, respira hondo y lanza una última mirada al horizonte, consciente de la importancia de lo que acaba de conseguir. Entonces, a las 7:12 de la mañana, cruzó la línea tras 65 días, 18 horas y 10 minutos en el mar (22 horas y 47 minutos después que Charlie Dalin), añadiendo una nueva página a la historia de esta legendaria regata. Ahora sabe que, al acercarse al canal, se encontrará con una multitud enloquecida, dispuesta a agitar los muelles y a convertir esta gélida mañana en una fiesta memorable. Su llegada no sólo marca el final de una regata, sino también la entrada de un nuevo héroe en la leyenda de los océanos.
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